Estudiar sin Internet

En las villas las chicas y los chicos no tienen computadoras. Porque no tienen Internet.

Es difícil la escolarización en las villas por falta de conectividad online. En tiempos de aislamiento y pandemia la conexión a Internet es un servicio de primera necesidad.

En esta guerra global -y multidimensional- contra el coronavirus, la educación online en las villas y barrios vulnerables se torna una patriada para alumnos y maestros. 

La primera dificultad es la carencia de acceso libre a Internet en las villas, uno de los reclamos de ayer de los Curas Villeros: por «las limitaciones de conectividad muchos chicos no pueden hacer la tarea de la escuela, a pesar del esfuerzo de los docentes». Los alumnos no solo carecen de conectividad a Internet, también carecen de computadoras para hacer la tarea. Porque, ¿de qué sirve una computadora sin Internet? Hacen los deberes desde el celular de su madre, padre o hermano, gastando un dineral en datos móviles -que además no funcionan del todo bien-. Hoy en día, aislamiento preventivo mediante, la conectividad a Internet es un servicio de primera necesidad. “Prácticamente en todos los barrios de la ciudad está complicada la educación online. Los alumnos no llegan a hacer la tarea por la falta de datos en los celulares. Y las fotocopias que les piden en los maestros son carísimas” dice María Elena Acosta, referente del Encuentro de Mujeres de los Barrios Populares.

Para los maestros no es menos engorroso. Muchos se sienten agobiados por la imposilibidad de atender todas las consultas de sus alumnos, y lo que más les angustia es el bajísimo porcentaje de chicas y chicos que se conectan para seguir las instrucciones de esta nueva y forzada modalidad de educación a distancia. Una maestra de la zona sur de la ciudad nos cuenta que “las clases se envían a los alumnos semanalmente vía el blog del colegio. Y en mi caso, contacto a los padres que no ingresan al blog cuando se realiza la entrega de alimentos semanal en la escuela”.

El Gobierno de la Ciudad todavía no implementó el plan “Mi Escuela” y hoy anunció que por el momento no habrá períodos bimestrales sino que todas las escuelas -públicas y privadas- tendrán dos períodos cuatrimestrales de los cuales el primero finaliza el 30 de junio. Además, ordenó el reemplazo de la calificación numérica (la nota, que certifica los conocimientos) por una “valoración pedagógica” del proceso de educación a distancia.

Por el momento la actividad educativa en la ciudad en plena cuarentena está lejos de ser un sistema de educación por medio de “clases virtuales”, que aunque no es lo ideal es lo que se puede hacer en estos momentos. “La actividad de los maestros se reduce a enviar las actividades por mail a las familias y después aclaramos dudas o devolvemos correcciones a las chicas y chicos que hacen la tarea. Pero es bajo el bajo porcentaje de alumnos que responde a los mails que enviamos”, comenta la maestra. “En mi caso tengo 29 alumnos inscriptos y hago contacto con 10. De 5 alumnos no sé nada. Y el resto no se comunica directamente. Algunos sé que están haciendo los deberes, pero no me los envían como para tener un ida y vuelta. Por eso seguimos buscando nuevas formas de contacto”, dice la maestra. Y cuenta que tanto ella como los maestros de su escuela no quieren saturar a los chicos con tarea, por eso no les exigen que les envíen los deberes, pero sí tratan de que no pierdan el contacto con el colegio. Porque el mayor temor es que abandonen la escolaridad cuando pase la pandemia.

En este contexto es clave la ayuda que prestan diferentes organizaciones haciendo apoyo escolar en las villas.

Juan Cruz Hermida, de Compromiso Social UCA, en la capilla Virgen de Caacupé de la villa Rodrigo Bueno, organizando el pase del apoyo escolar presencial que vienen realizando desde hace 4 años, a modalidad virtual con un tutor por alumno.

Los voluntarios de Compromiso Social UCA están ayudando a los alumnos de la villa Rodrigo Bueno a hacer la tarea a través de un Proyecto de Acompañamiento Educativo virtual mediante tutores que apadrinan a cada chica o chico y los acompañan y guían online en los ejercicios que deben realizar para el cole, y responden sus dudas y consultas. “Los tutores están en contacto online con cada chica y cada chico para guiarlos a hacer la tarea que reciben de sus escuelas, con cuadernillos realizados por el Ministerio de Educación” sostiene Juan Cruz Hermida, Licenciado en Ciencias Políticas y Director de Compromiso Social UCA.

Las familias interesadas en contatarse con los tutores de la UCA para apoyo escolar deben completar un formulario para iniciar el contacto. 

“A los que hacemos apoyo escolar se nos duplicó el trabajo en la cuarentena” -dice Ezequiel, de la Fundación Temas, que realiza asistencia social y ayuda escolar a alumnos de la villa 21-24. “Algunos maestros usan mail, otros páginas web, otros campus virtuales y algunos envían las tareas por wasap, con lo cual -al ser distintas plataformas- a los educadores comunitarios nos lleva mucho tiempo ayudar a cada alumno a hacer los deberes. Además en general las familias no saben usar las plataformas”.

La sede de la Fundación Temas en la villa 21-24 está a disposición de las familias para imprimir, descargar los contenidos escolares y poder seguir estudiando desde casa. Foto: Facebook Fundación Temas

La situación se agrava porque los prints y copias en papel para hacer las tareas que no son netamente virtuales les resultan carísimas a las familias de los barrios. “Las impresiones salen de $5 a $10 por hoja. Nosotros por ahora estamos haciendo las copias para los alumnos con el gasto de tonner que implica, pero no sabemos si vamos a poder conseguir más tonner en el futuro. Un problema son los formatos en los que recibimos el material. Por ejemplo si son fotos la impresión sale toda oscura y no se ve, y gastan mucha tinta. Algunos docentes envían mucha tarea sin entender que es compleja la situación en los barrios. No es fácil que los alumnos vean las tareas que tienen que hacer ya que en la mayoría de las casas de las villas hay un solo celular y por ahí son 5 hijos, con lo cual ya solo ver la tarea es un problema, y también se llenan rápido las memorias de los celulares” cuenta Ezequiel. 

Hay más voluntariados y organizaciones que están aportando su granito de arena para que los chicos no pierdan el año escolar. Por ejemplo la organización Barrios de Pie lanzó en Twitter la campaña #ElPuebloSeOrganiza, para garantizar -entre otros derechos- la escolarización, ofreciendo apoyo escolar virutal en barrios vulnerables.

Y los jóvenes del Voluntariado Encontramanos siguen dando el tradicional apoyo escolar de los sábados a la mañana en las capillas de la parroquia Virgen Inmaculada de Villa Soldati, pero ahora con modalidad online.

A todo esto las madres en las villas son clave para que las chicas y chicos reciban la tarea que les envía la escuela y que estudien un rato por día.

“En mi casa mis tres hijos y yo estamos cursando estudios, y se nos complicó bastante” dice Natalia, vecina de la villa 21-24. “Mi hijo Thiago está empezando el 1er año de la secundaria, Camila 5to año y mi hija mayor -Anto- y yo, los profesorados. Y es un caos. La educación no estaba preparada para lo virtual, ni los docentes que ahora tuvieron que dar el salto y continuar con la escolarización a como dé lugar”. Una de las dificultades ocurre cuando “se cae el sistema”. “No es fácil conectarse a las plataformas que de repente se caen, más allá de la lentitud por la sobrecarga. Es mucho para las madres, que sienten que todo lo que pasa en el hogar las supera”.

La incertidumbre por la extensión de la cuarentena intensifica la angustia. “Los alumnos se sienten estresados porque las instituciones les exigen muchas tareas continuas, casi como un bombardeo. Y las madres se desesperan porque no se sabe cuándo se levanta la cuarentena”. De hecho el 10 de mayo las autoridades anunciarían una nueva extensión del aislamiento -especialmente para grupos de riesgo, niños y mayores- hasta el 25 de mayo. Además ya anunciaron que lo último que va a levantarse es la asistencia a clases, y cuando vuelvan ya no serán lo que eran. Según trascendió en el ambiente educativo, está previsto realizar una escolarización presencial por turnos, de manera de no producir grandes aglomeraciones de personas. La asistencia de los alumnos por grados y años será en diferentes días, e incluso habrá recreos por turnos, y se estrenará una política sanitaria preventiva inédita. 

La educación en la fe también está en stand by. Las parroquias se preparan para ofrecer una catequesis intensiva online.

Una dimensión no menos importante de la educación en las villas es que este año miles de chicos y chicas de los barrios no han iniciado la catequesis para Primera Comunión y Confirmación. En el caso de que no se reanudaran las catequesis en las parroquias sería inédito en la historia que no hubiera Comuniones ni Confirmaciones. Algunas parroquias villeras -en medio de las urgencias multidimensionales que son el dengue, el crecimiento de casos de coronavirus y la emergencia alimentaria- ya están preparando a sus catequistas para ofrecer una catequesis intensiva virtual –que podría ser de agosto a diciembre- para que el 8 de diciembre las chicas y chicos de las villas puedan recibir los Sacramentos. Lo que está por verse es si se podrán realizar las tradicionales Segundas Comuniones de las parroquias villeras en la Basílica de Luján. Para facilitar la educación en la fe también es fundamental que las autoridades concedan acceso libre a Internet en los barrios.

Respecto a la primera infancia en las villas, la UCA está implementando el proyecto “Oportunidades de aprendizaje para la primera infancia” para niñas y niños menores de 6 años en aislamiento obligatorio. “Para los más pequeños, las actuales restricciones para salir de sus hogares conllevan severas limitaciones en el movimiento, el juego y el encuentro con pares, que puede derivar en malestar subjetivo y estrés”  comentan desde Compromiso Social UCA. El plan ofrece un amplio repertorio de adivinanzas, rimas, canciones, trabalenguas y cuentos pensados especialmente para no abandonar la estimulación temprana de los chiquitos y chiquitas que están encerrados en cuarentena. 

Si estamos todos en el mismo barco campeando la guerra contra el coronavirus, es bueno tener presente que ante una guerra lo primero que se ve afectado es la Educación. Es más, la guerra es lo contrario a la educación y a la cultura. Y la cultura es todo lo que hacen los pueblos para escaparle a la muerte optando por la vida y por la libertad.  

3 comentarios sobre “Estudiar sin Internet

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