Mujeres en lucha

Las mujeres de los barrios populares celebran el Día del Trabajo realizando tareas en los comedores, ollas populares y hogares de aislamiento preventivo, mientras los casos positivos de coronavirus se duplicaron en las villas en las últimas 48 horas.

Mujeres de la villa 21-24 organizando la recorrida por el barrio. Fotos: Twitter Frente Popular Darío Santillán

En dos días se disparó la cantidad de casos de Covid-19 en las villas, y debido a la emergencia sanitaria las autoridades temen que los contagios sean imparables. El jefe del gobierno porteño anunció hoy 124 casos confirmados en los barrios populares de la ciudad. “El aumento de los casos va a llegar. Estamos trabajando para reducir el impacto” dijo Horacio Rodríguez Larreta, mientras en la villa 31 todavía siguen sin agua. “El lunes había 13 casos, hoy son 57 las personas con Coronavirus en la villa 31. Estamos complicados. Dos de ellos son adultos mayores en riesgo de muerte” dicen desde la parroquia Cristo Obrero.

Al día de hoy son 218 los muertos por Coronavirus en la Argentina, de los cuales 6 corresponden a las villas de CABA. Foto Twitter Gabriel Solano.

En el barrio Ricciardelli (villa 1-11-14) hay 58 casos confirmados (entre ellos un bebé de 6 meses). Ayer el comité de prevención de Covid-19 de la villa 21-24 confirmó su primer caso en el barrio. También hay casos en el barrio Fátima -villa Soldati-, en la villa 20, en Ciudad Oculta y en el barrio Fraga. El día del trabajo que celebramos hoy -fiesta de San José Obrero- encuentra a las mujeres de los barrios en estado de movilización solidaria y educando en la prevención.

Mujeres de la villa 21-24 repartiendo alimentos. Foto: Twitter Frente Popular Darío Santillán

Desde las parroquias villeras se sigue convocando a la población adulta a que se resguarden en los 28 centros de aislamiento preventivo para mayores de 65 años para que transiten bien cuidados la cuarentena aquellos que no puedan cumplir con el distanciamiento social dentro de sus casas o estén viviendo hacinados, o sin agua.

El trabajo de las Mujeres de las villas

En plena pandemia y en estado de “emergencia multidimensional” las muchas de las mujeres de las villas no están trabajando debido a la cuarentena, lo que agrava seriamente las economías popoulares de los barrios. Una reciente investigación del Observatorio de Géneros y Políticas Públicas concluyó que 6 de 10 familias en las villas de la Argentina tiene de responsable de hogar a una mujer. El relevamiento fue realizado en más de 4 mil barrios populares argentinos donde viven 4 millones de personas (encuesta completa en este link).

Por eso en estos momentos las mujeres de los barrios están organizadas mediante las parroquias villeras y los movimientos sociales para que a ninguna familia le falte un plato de comida caliente en la mesa. Los movimientos juveniles -los Exploradores- se encargan de distribuir los alimentos -que cocinan las mujeres- entre los adultos que viven solos y de estar atentos a lo que necesiten.

Los Exploradores Misioneros de la parroquia Virgen Inmaculada de villa Soldati, repartiendo alimentos a los adultos mayores del barrio, bajo la lluvia.

El trabajo de las mujeres en las villas es fundamental y está centrado en el cuidado de la vida: la alimentación y la prevención. “Sin generar pánico, estamos difundiendo las medidas de prevención: desde lavarse las manos hasta ordenar las filas de los comedores manteniendo 2 metros de distancia. Recomendamos salir lo menos posible, y si es posible no sacar a los niños de las casas y no salir. Y si salís, que sea con barbijo. Y también les pedimos a las y los vecinos que sean solidarios con las familias que están en aislamiento por Covid-19”, dicen desde el Encuentro de Mujeres de los Barrios Populares.

Villa 21-24

Las mujeres de los barrios lamentan que no todas las personas de las villas usen barbijo, ni sean solidarias. “Resguardamos la identidad de las familias donde hay contagios por un tema de seguridad, para que no sean agredidas. Ha pasado en algunos barrios que los vecinos se la agarran mal con la familia, y no es así la cosa, justamente con esas familias es cuanto más solidarios se debe ser”.

Comedor La Esperanza, villa Rodrigo Bueno.

El trabajo de las mujeres también es de contención emocional. Desde Construyendo Sueños en villa Soldati -donde la hermana María Basa ha hecho escuela en crear trabajo para las mujeres-, dice Zulma: «Además de repartir alimentos y educar en la prevención, acompañamos emocionalmente a las familias, porque hay mucha incertidumbre. Las mujeres que hacemos este trabajo tratamos de ser fuertes para poder acompañar y que esa familia, ese joven, esa mamá no sientan que están solos en esta guerra. Somos los más vulnerables, lo sé, pero de esta vamos a salir luchando, como siempre lo hemos hecho».

Muchas mujeres de las villas cocinan cada día en los comedores desde temprano pero después vuelven a sus casas a seguir cocinando y atendiendo a sus familias hasta pasada la medianoche. Así, el Día del Trabajo encuentra a las mujeres de las villas trabajando de sol a sol en tareas no rentadas: cocinando en comedores comunitarios, mitigando la crisis sanitaria, cuidando a la población de riesgo en los Hogares de Cristo y en los Hogares de aislamiento, y educando en la prevención. Trabajando no solamente por el pan de cada día, sino por la vida.

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